En este escrito no quiero hacer vagas lamentaciones sobre
ser mujer, ni escupir odio hacia el género masculino, mostrare otra perspectiva,
no quiero filosofar sin dirección.
Siempre cuando se habla de clases se acude a esta famosa
frase “la explotación del hombre por el hombre”, pero no podemos hablar de
lucha de clases sin incluir la figura femenina, como ya dijo Federico
Engels “El hombre es, en la familia, el burgués; la
mujer representa, en ella, al proletario”.
Nos quitaron libertad con el
matrimonio y la religión, basta con prender la televisión nos venden prototipos
restringiendo nuestra valoración de belleza, solo debemos ver con quienes se
hacen los comerciales de artículos del hogar enseñándonos cual es nuestro lugar
en la casa y cómo influyen emotivamente en nosotras con publicidades en contra
del aborto para que dejemos que otros decidan sobre nuestros cuerpos, esto no es solo misógino, sino también
arcaico, después de 1917 en Rusia (estamos hablando de casi 100 años atrás) se
produjeron muchos avances en cuanto a las libertades del género femenino,
existía el divorcio, el aborto podía llevarse a cabo en los hospitales gratuitamente,
y se gozaba de igualdad salarial entre mujeres y hombres, en la actualidad es
difícil lograr expandir las libertades femeninas en gran medida se debe a que muchas
mujeres se preocupan más del esmalte de uñas que de luchar por sus derechos ya
que el patriarcado
valora "virtudes" femeninas como, la delicadeza, la ternura, la
virginidad, la belleza, la sumisión, pues son "virtudes" que no
reflejan ningún peligro para el sistema patriarcal, pasamos a ser objeto de
mercado, están controlando nuestros cuerpos, nuestra forma de relacionarnos,
nuestro poder de decisión, manejados por la iglesia, por la industria, por el
gobierno, Gerda Lerner formula “la apropiación por
parte de los hombres de la capacidad reproductiva y sexual de las mujeres
ocurrió antes de la formación de la propiedad privada y de la sociedad de
clases. Su uso como mercancía está, de hecho, en la base de la propiedad
privada”.
Por eso asumo con certeza de que la primera
forma de explotación fue de la mujer por el hombre, es imperante que no
olvidemos solo crear una sociedad sin
clases sino además con las mismas libertades entre mujeres y hombres, estas son batallas que damos día a día, en el
hogar, en el trabajo y en magno luchando de lleno para cambiar este sistema
patriarcal, hay mujeres que ya han empezado a movilizarse para conquistar espacios
como la organización “pan y rosas” y trabajadoras luchando por mejoras
laborales como “las tías” de integra, si queremos hablar de clases, debemos
hablar de género como Trotski dijo en su momento “Para
cambiar nuestras condiciones de vida debemos aprender a mirar a través de los
ojos de las mujeres” y eso es lo que no se hace actualmente, ni las propias
mujeres miramos con nuestros ojos, dejamos que los hombres e instituciones
miren y construyan esta sociedad, a base de sus intereses capitalistas, hay que
organizarse, irnos quitando de a poco
las vendas de los ojos y así poder quitárselas a otras mujeres que se mantienen
sin poder ver que sus vidas están siendo manejadas por otros y lo seguirán
haciendo si no hacemos algo, recordemos a todas las mujeres que han muerto o
han sido encarceladas por luchar, no olvidemos que mientras más miedo nos
tienen mas represión nos espera, LLEGO LA HORA DE HACERLOS TEMBLAR!!!
CEPRID “Feminismo marxista. Notas acerca de un
proceso en construcción.” Septiembre 2013 disponible en http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article1736
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